"Unicef vuelve a pedir a todos los bandos del conflicto que garanticen con urgencia la entrega de un convoy humanitario a Rukban, incluidos hospitales móviles", dijo Fore, al subrayar que "la vida de los niños depende de esto".
Según los datos del fondo, en un solo mes por las difíciles condiciones de vida y el frío, murieron ocho niños, la mayoría de ellos tenía menos de cuatro meses.
"En Rukban hay 45.000 personas, un 80 por ciento de las cuales son mujeres y niños", reveló.
También, Fore pidió acceso humanitario a la ciudad siria de Deir Ezzor y la zona de distensión de Idlib.
"Nos preocupa la intensificación de la violencia en zonas de Deir Ezzor, así como la situación en Idlib, donde existe el mayor número de niños desplazados (…) que viven en campamentos y refugios superpoblados donde escasean los alimentos, el agua y los suministros médicos", subrayó la directora.
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A este respecto Unicef "llama a todas las partes del conflicto a que brinden un acceso seguro, sostenible y sin trabas a las organizaciones humanitarias", precisó Fore.
La diplomática exhortó a un diálogo entre los bandos del conflicto en Siria para salvar las vidas de los niños.
Asimismo, la directora de Unicef expresó su deseo de cooperar con el nuevo enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, para ayudarle a "sentar a las partes del conflicto a la mesa de negociación".
A partir de marzo de 2011 Siria vive un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
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Según datos de altos cargos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en la guerra en Siria.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
