"Una de las opciones posibles de apoyo a Ucrania es la entrada de buques de la OTAN en el mar Negro porque se trata de un objetivo de la seguridad global", dijo Poroshenko, citado por el servicio de prensa, en una entrevista con el canal NBC.
El 25 de noviembre, tres barcos ucranianos —las lanchas artilladas Berdiansk y Nikopol y el remolcador Yani Kapu— violaron la frontera de Rusia al entrar en sus aguas provisionalmente cerradas, navegando desde el mar Negro hacia el estrecho de Kerch.
Las embarcaciones ucranianas realizaron maniobras peligrosas y desoyeron la exigencia de parar, por lo que fueron detenidas con sus 24 tripulantes.
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El Kremlin, que calificó el incidente naval con Ucrania de una "provocación muy peligrosa", defendió las acciones de los guardacostas rusos al subrayar que actuaron de conformidad con la ley.
Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.
La libre navegación en el mar de Azov —mar interior entre Rusia y Ucrania, según un acuerdo bilateral— se complicó en los últimos meses después de que guardacostas ucranianos apresaran a varios barcos rusos que habían visitado Crimea, un "territorio ocupado" para Kiev.