Tiempos de guerra se avizoran en el escenario internacional, América Latina no escapa del reacomodo del nuevo orden en gestación. La situación precaria de la economía venezolana hace delirar a las oligarquías del hemisferio por hacerse con sus cuantiosos recursos naturales. No obstante, ¿podrá el Gobierno colombiano a través de una invasión defenestrar a la Revolución Bolivariana?
Las Fuerzas Militares de Colombia son el conjunto de instituciones que resguardan su territorio, enfocadas primordialmente en la lucha contra un enemigo interno irregular —guerrillas izquierdistas, paramilitares de derecha y narcotraficantes—. Han tenido una dilatada experiencia de conflicto por medio siglo de manera ininterrumpida. Además, el país está militarmente ocupado por EEUU a través de, al menos, siete bases militares.
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En este orden de ideas, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es una sola Institución que cuenta con cuatro componentes y el apoyo de la Milicia Nacional Bolivariana, cuyo fin primordial es la defensa de su soberanía a través de la Doctrina Militar Bolivariana, enfocada en la unión cívico-militar para la defensa integral de la nación y de su pueblo en todos los ámbitos, incluida la amenaza externa.
Sin embargo, teniendo toda una hoja de servicios intachable de respeto a las naciones vecinas y sus pueblos, la FANB no es una institución desarmada, mucho menos una institución inoperante. De hecho, se ha aprovisionado de lo mejor del equipamiento proveniente de Rusia, China, Francia, e incluso de EEUU.
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Lo más representativo del poderío militar venezolano es indudablemente su defensa antiaérea, la cual cuenta con los sistemas ZU-23, misiles portátiles IGLA-S, Pechora 2M, BUK-M2E y los temibles S-300 MV. Para tener una idea, recientemente, en septiembre de 2018, Rusia entregó dos sistemas antiaéreos S-300 a Siria, lo que ha paralizado las incursiones aéreas hostiles de Israel. Venezuela cuenta con ocho de estos sistemas.
Asimismo, los neogranadinos tienen en su haber 22 aviones Kfir COA de fabricación israelí, y 24 A-29 Supertucanos, los cuales son sistemas muy inferiores a los SU-30MK2 y F16 con que cuenta Venezuela.
Sin embargo, en el plano de las aeronaves de ala rotatoria, Colombia posee ventaja, con 107 modernos UH — 60 Black Hawk, adquiridos en el marco del Plan Colombia, mientras que Venezuela cuenta con 28 letales helicópteros artillados rusos MI35M2 y el MI17V-5.
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La propia dinámica de guerra contrasubversiva que ha librado el Gobierno colombiano ha acarreado el equipamiento en masa de helicópteros para poder luchar en una geografía inhóspita, donde se han establecido grupos subversivos y narcotraficantes.
En conclusión, Venezuela vive una crisis económica única en su historia, la cual se ha agravado por los ataques de guerra no convencional en varios frentes: financiero, diplomático, comunicacional, etc; lo cual no ha funcionado para sacar a la Revolución Bolivariana del poder, el uso de la fuerza militar imperial como último recurso, con un mascarón de proa colombiano, sería un acto hostil que sería respondido por la FANB y su pueblo de manera eficaz y eficiente, en razón que se ha preparado para responder a una agresión como la que representa la actual administración de EEUU.
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