"No buscamos minimizar nuestro intercambio comercial con EEUU", dijo a la prensa.
Subrayó que "los volúmenes del intercambio comercial chino-estadounidense dependen de EEUU".
Zhang reiteró que Pekín aboga por "la globalización de las economías" y desarrolla su economía de mercado, así que si Estados Unidos reduce las importaciones de China, los fabricantes chinos "encontrarán su oportunidad en otros mercados".
En julio pasado, establecieron un arancel recíproco del 25% a productos por valor de 50.000 millones de dólares.
Desde el 24 de septiembre, aplican una tarifa del 10% a las importaciones mutuas por 200.000 millones de dólares y, según las previsiones, el impuesto se elevará al 25% a partir de 2019.
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En julio pasado el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con gravar mercancías chinas por 500.000 millones de dólares, prácticamente la totalidad de lo que EEUU importa de China.