"En la zona de distensión de Idlib operan 40-45 grupos [terroristas], aproximadamente unas 50.000 personas en total", dijo Nebenzia en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Agregó que algunos grupos totalmente dependen del Frente al Nusra (también conocido como Fatah al Sham, prohibido en Rusia), y muchos miembros de estos grupos juraron lealtad a los extremistas debido a que temen por su vida y la de sus familiares.
El representante ruso constató, además, que los socios occidentales "atizando la tensión en torno a Idlib" buscan evitar la eliminación del último bastión de los terroristas en Siria.
Nebenzia lamentó que los países occidentales encabezados por EEUU "no utilizaran su influencia y no ayudaran a separar" a los terroristas de la oposición moderada y los combatientes que puedan optar por la reconciliación con Damasco.
"En vez de hacerlo, elaboran planes agresivos de provocaciones químicas de gran repercusión", enfatizó.
Además, el embajador ruso llamó la atención del Consejo de Seguridad de la ONU a la enorme cantidad de equipos militares extranjeros de los que disponen los terroristas.
"Esta cuestión requiere un estudio urgente por parte de estructuras competentes de la ONU", afirmó.
La gobernación de Idlib fue ocupada en 2015 por grupos armados y por la organización terrorista Frente al Nusra (también conocida como Fatah al Sham, prohibida en Rusia).
Según estimaciones de la ONU, en Idlib se encuentran atrincherados unos 10.000 terroristas del Frente al Nusra y Al Qaeda (grupos proscritos en varios países, incluida Rusia).
En la zona también operan las facciones armadas de la oposición.
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A finales de agosto, fuentes militares rusas revelaron los planes terroristas de perpetrar en la localidad de Kafer Zaita, gobernación de Idlib, un ataque químico que atribuirían a las fuerzas gubernamentales.
También estaría implicada la controvertida ONG Cascos Blancos, financiada por Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Países Bajos y Dinamarca.
El Centro para la Reconciliación en Siria desveló que colaboradores de los Cascos Blancos trasladaron un cargamento de sustancias tóxicas a un almacén del grupo Ahrar al Sham en la localidad de Sarakib.
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El Ministerio de Defensa ruso alertó que la coalición encabezada por Estados Unidos utilizaría el montaje de ataque químico para bombardear Siria.
Hace unos días llegó además al Golfo Pérsico el destructor estadounidense USS The Sullivans con 56 misiles de crucero, y un bombardero estratégico B-1B Lancer con 24 misiles de crucero aire-superficie AGM-158 JASSM.
Rusia, Turquía e Irán actúan como garantes de paz en Siria, sumida desde marzo de 2011 en un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
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Conforme a los acuerdos de reconciliación, a esa provincia se han ido trasladando los miembros de grupos armados que se han negado a rendirse a las tropas gubernamentales durante las operaciones antiterroristas en Alepo, Homs y Guta Oriental.
En 2017, el territorio de Idlib entró a formar parte de una zona de distensión establecida en el norte de Siria y patrocinada por Turquía.
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Damasco declaró en julio pasado que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la gobernación de Idlib, si los rebeldes rechazan la reconciliación.