El comunicado de ANAV —que gestiona las centrales nucleares de Ascó y Vandellós— asegura que la entidad activó el protocolo de seguiridad para poner en marcha la "secuencia de parada" de la central e intervenir uno de los canales de instrumentación "de flujo neutrónico de rango extendido" en el que se registró "una desviación superior al 5%".
Vandellós II, cuyo cierre inmediato demandan desde hace tiempo las organizaciones ecologistas, reinició su actividad el 20 de julio después de cinco meses de inactividad, cuando en el pasado mes de marzo se detectó una fuga de agua en el sistema de refrigeración y tuvieron que ponerse en marcha tareas de mantenimiento y supervisión.
La incidencia obligó a detener la actividad de la central para efectuar una reparación.
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ANAV sostiene en su comunicado que los sucedido no tuvo afectaciones ni en personas ni tampoco para el medio ambiente.