"Ayer 442 militantes de los Cascos Blancos y sus familiares fueron evacuados desde el suroeste de Siria; hay por lo menos una consecuencia positiva, disminuyó la posibilidad de que los Cascos Blancos usen cloro para hacer una provocación en el suroeste de Siria", dice el mensaje de la Embajada en su cuenta de la red Twitter.
Yesterday 442 #White_Helmets militants and their family members were evaquated from South-West #Syria. At least there is one positive consequence. A chance that White Helmets will use chlorine in order to stage a chemical provocation in South-West Syria has decreased. pic.twitter.com/Y3EXTNba6X
— Russia🇷🇺 in Israel (@israel_mid_ru) 23 июля 2018 г.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reveló la víspera que Israel evacuó a unos 800 sirios —miembros de la organización Cascos Blancos y sus familias— de Siria y los trasladó a Jordania a petición del presidente de EEUU, Donald Trump, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y otros líderes mundiales.
La organización, que contó con un gran apoyo de Occidente, supuestamente centraba su trabajo en la salvación de civiles en las zonas de combate, pero, en opinión de Damasco, se dedicaba a realizar una labor propagandística en contra de las autoridades del país.
Para el Ministerio de Exteriores de Siria, la evacuación de los Cascos Blancos, llevada a cabo en cooperación con EEUU, Reino Unido, Jordania, Alemania y Canadá, revela que todos esos países apoyaban la labor de los extremistas en Siria.
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Anteriormente el presidente sirio, Bashar Asad, aseguró que los miembros de ese grupo en realidad son partidarios de la organización terrorista Al Qaeda (prohibida en Rusia).
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