Según señala el medio, los resultados se deben al impulso de la actividad de Repsol, que alcanzó los 819.000 barriles diarios (41.900.000 toneladas) frente a los 770.000 de 2016 (6% más), en sus seis factorías en A Coruña, Bilbao, Tarragona, Cartagena y Puertollano.
Solo Alemania e Italia produjeron en Europa más que las refinerías españolas en el ejercicio anterior, y su tendencia, al contrario que la de España (+0,7%anual) es a la baja, con un decrecimiento del 1,7% para Alemania y del 3,5% para Italia, lo que convierte a España en un exportador neto de productos petrolíferos, con la venta de 25.118.000 toneladas de gasolinas, gasóleos y otros derivados.
El Confidencial indica, citando datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que esta actividad es ya la segunda rama industrial que más creció desde el inicio de la crisis, únicamente superada por la fabricación de productos farmacéuticos.
Sin embargo, también subraya que el avance se produce en un año récord de importación de petróleo y en un país marcado por su dependencia energética, contra la cual, agrega, las petroleras desarrollaron un plan de inversiones para ampliar la capacidad productiva de sus plantas, que creció hasta un total de 1.565.000 barriles diarios de crudo procesado actualmente.
Esta cifra que podría ampliarse, ya que las empresas tienen todavía margen para aumentar su producción, concluye el medio.