El agente fue agredido por los manifestantes frente al edificio del Ayuntamiento al término de una marcha en contra de la independencia de Cataluña y el nuevo presidente de la Generalitat (Gobierno catalán), Quim Torra, luego que los asistentes demandasen retirar de la fachada un lazo amarillo, el símbolo escogido por los soberanistas para expresar solidaridad con los dirigentes independentistas que se encuentran en prisión o en el extranjero con el fin de eludir la acción de la Justicia española.
La manifestación, convocada por la Coordinadora de Tabarnia, Democracia Nacional, Somatemps y Generació Identitària, arrancó en la plaza Urquinaona, descendió por la Via Laietana y terminó en la plaza Sant Jaume, donde se encuentra tanto el Ayuntamiento como el Palau de la Generalitat (sede del Gobierno catalán).
"Lo que pasó hoy es muy grave", escribió la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) en su cuenta de Twitter para dirigirse a la alcaldesa, Ada Colau, "como responsable de seguridad": "¿Con qué criterio se dejó campar impunemente una manifestación con grupos fascistas y nazis?", preguntó la formación de la izquierda independentista radical.
Escucha: ¿Por qué el nacionalismo catalán beneficia al oficialismo español?