"El Gobierno de Reino Unido quiere tener poder para restringir la competencia de este Parlamento", denunció el ministro escocés del Brexit, Mike Russell, en el debate anterior a la votación.
La negativa del pleno de Holyrood a dar su consentimiento a la ley del Brexit abre una crisis sin precedentes entre Londres y Edimburgo.
La convención —aunque no la ley, según la mayoría de expertos— requiere el consentimiento de los parlamentos autonómicos a medidas legislativas en cuestiones transferidas desde Westminster a las regiones.
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Para el principal negociador de Sturgeon sobre el Brexit, el sistema autonómico vigente en Reino Unido desde 1999 está amenazado por el polémico texto legislativo, que en su redacción actual permite al Gobierno central "usurpar poderes" en las materias ahora gestionadas en Bruselas.
"Será Reino Unido el que estará rompiendo la confianza y violando las normas, no nosotros", apuntó el ministro escocés.
El proyecto de ley del Brexit también ha tropezado con serios obstáculos en la Cámara de los Lores, que pueden forzar a May hacia una salida suave de la UE.