Tras guardar un minuto de silencio al comienzo de una reunión con altos cargos locales, el presidente inquirió: "¿Qué nos pasa? Si no se trata de operaciones bélicas o de una fuga inesperada del gas metano en una mina. La gente, los niños habían ido (al centro) a descansar. Hablamos de problemas demográficos y perdemos a tantas personas. ¿Por qué? Por una negligencia criminal".
Con respecto a las normativas en vigor, que prohíben realizar inspecciones sorpresa en pequeñas empresas durante un período de gracia, el presidente subrayó que "las vacaciones no tienen nada que ver" y que "las autoridades deben garantizar la seguridad necesaria".
Durante la reunión, se supo que la alarma antincendios en el centro siniestrado llevaba una semana sin funcionar.
"La alarma no funcionaba desde el 19 (de marzo), pero nadie se ocupaba de ello", reveló el jefe del Comité de Investigaciones.
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El foco fue en el piso superior, donde se ubicaban varios cines y zonas recreativas infantiles.
Es el segundo incendio más mortal de los últimos cien años en Rusia, tras el del club nocturno Jromaya Lóshad en Perm, que mató a 153 personas en 2009.
Las autoridades de Kémerovo declararon tres días de luto por las víctimas a partir de este martes.