"Según la Misión Especial de Monitoreo, el número de ataques en Donbás disminuyó de manera drástica y lo saludamos", dijo Lukashévich en una reunión del Consejo Permanente de la OSCE, celebrada el 8 de marzo en Viena.
A juicio del diplomático, "se trata de una señal peligrosa de que Kiev se está preparando para lanzar una ofensiva a gran escala".
En este sentido Lukashévich destacó la necesidad de intensificar la labor de la Misión Especial de Monitoreo de la OSCE en "los focos de tensión".
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El 5 de marzo, comenzó a regir en el este de Ucrania una nueva tregua acordada por el Grupo de Contacto Trilateral para la resolución de la crisis ucraniana, sin embargo, los bandos del conflicto ya denunciaron sus violaciones.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución negociada del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
La ONU estima el balance de la crisis en unos 10.300 muertos.
