"Desde 2014, reemplazamos los componentes hechos en Ucrania en más de un centenar de modelos de armas y material bélico; y los de la OTAN y la UE, en un número aún mayor, unos 200", precisó Rogozin.
Como ejemplo, mencionó que Ucrania se niega a suministrar a Rusia los motores D-436 para el avión Antónov An-148.
"No pasa nada. No entra en nuestros planes recrear un motor que fue diseñado en la Unión Soviética a mediados de los 1980", dijo.
El director de la corporación estatal Rostec, Serguéi Chémezov, afirmó en junio pasado que los componentes ucranianos en los productos del sector de defensa ruso serían sustituidos para 2018, y los de la UE o la OTAN, para 2020.
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Desde marzo de 2014, EEUU, la Unión Europea y algunos de sus aliados pusieron en marcha sanciones individuales y sectoriales contra Rusia por su actuación en la crisis de Ucrania y lo que califican de "anexión ilegal" de Crimea. En particular, Occidente prohíbe exportar a Rusia armas y productos de doble uso.