Que pase el que sigue

EEUU ha hecho una nueva revelación en el marco de la larga saga de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 en ese país. Cabe recordar que estamos ya en 2018, pero todavía los medios y los políticos estadounidenses no han ofrecido pruebas fidedignas para fundamentar estas acusaciones.

Esto no les impide sin embargo hablar de la injerencia rusa como si fuera ya un hecho probado. Más aun,  el director de la CIA, Mike Pompeo, dijo que Rusia lleva "décadas" intentando "socavar" las elecciones en EEUU. 

Cabe recordarle al señor Pompeo que Rusia como tal existe sólo desde hace 26 años, es decir que de muchas décadas no podemos hablar en cualquier caso. Por lo cual, su pregón es poco serio, más aun cuando se trata de un jefe de servicios especiales, hablar de décadas de injerencias tras haber fracasado en la misión de comprobar la intromisión de Moscú por los menos en la última campaña electoral.

Pero parece que actualmente los jefes de servicios especiales estadounidenses no tienen más opciones que volver a calentar un poco el tema de la interferencia rusa. Porque las declaraciones de Pompeo sonaron en el programa 'Face the Nation', de la cadena estadounidense CBS, sobre la supuesta injerencia rusa en las pasadas elecciones presidenciales de 2016.

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Ante estas afirmaciones, la reacción de Moscú fue casi inmediata.

"Quiero enfatizar una vez más: esto es una tontería absoluta y un completo disparate", dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con directores de los medios nacionales rusos. El presidente añadió que "no hubo ninguna colusión, ninguna intervención de nuestra parte".

En la versión del Kremlin es Washington el que "interfiere en todas partes", y debe estar preparado para "responder a ciertos desafíos que ellos mismos estimulan".