Los jugadores de Go —juego surgido en la antigua China— colocan las piedras en el tablero para ocupar el mayor territorio de manera tal que sea posible rodear al rival, escribe Kai Ehlers en su artículo para la revista digital Eurasisches Magazin. El autor destaca que la actual situación en la arena geopolítica mundial parece un partido del Go.
Según Kai Ehlers, Rusia fue débil pero logró sobrevivir y junto con China se propuso establecer el nuevo orden mundial multipolar como contrapeso al imperialismo estadounidense.
El establecimiento de este modelo avanzó "piedra a piedra" debido a que Occidente subestimó al Este, que consideraba poco desarrollado. El autor del artículo destacó la “maliciosa y superficial” reacción de EEUU y de Europa a los primeros y pocos exitosos intentos de Rusia de contrarrestar a las fuerzas centrífugas en el espacio euroasiático tras el desplome de la URSS.
EEUU y Europa han dejado de desempeñar el papel de "vigilantes imperiales". Hoy en día los impulsos hacia el desarrollo de Eurasia no provienen de Occidente sino del Este, es decir de Rusia y China, Asia Central y Sudeste Asiático. De acuerdo con Kai Ehlers, cada vez más estados ven en el establecimiento de una Eurasia fuerte una oportunidad para liberarse de la presión de "los señores occidentales".
El autor del artículo destaca que, en comparación con EEUU y Europa, los países orientales no recurren al potencial militar y al principio de ‘divide y vencerás’. Su enfoque tiene como objetivo consolidar e integrar los países, las culturas y los espacios lingüísticos, así como brindar ayuda mutua en el desarrollo económico.
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"No vamos a olvidar que no todas las 'piedras' han sido jugadas. No todas las posibilidades han sido utilizadas. Se puede suponer que varias potencias mundiales estarán descontentas con la situación actual", escribe el autor.
En caso de que EEUU consiga enemistar a la UE, especialmente a Alemania, con Rusia, se podrá olvidar de la participación de Europa en el proyecto euroasiático.
Alimentando el conflicto norcoreano los estadounidenses podrán enemistar a Japón con los países miembros de la ASEAN y de esta manera escalar la tensión en "el frente oriental". Aparte de eso, la Casa Blanca seguirá desestabilizando la situación en el sur, es decir, en Oriente Medio y en África.
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