La NASA ha estado observando el surgimiento de esta isla volcánica por su importancia para el estudio de extraños procesos geológicos que podrían ser de ayuda para entender cómo se moldeó la superficie marciana.
"Lo que queremos es calcular cuánto cambia el paisaje tridimensional con el tiempo, especialmente su volumen, algo que solo se ha medido ocasionalmente en otras islas. Este es el primer paso para comprender la velocidad de los procesos de erosión y descifrar por qué [esta isla] persiste por más tiempo de lo que la mayoría esperaba", explica Jim Garvin, científico del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland.
Analizar cómo surgen nuevos territorios y cómo estos evolucionan en la Tierra puede ayudar a interpretar mejor la realidad de Marte, señalan los investigadores.
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Hunga Tonga es especialmente valiosa porque sus características volcánicas recuerdan a las de Marte. La oportunidad de ver la isla evolucionar y cambiar "no tiene precedentes", según la NASA. La nueva isla podría incluso ayudar a los investigadores a entender el pasado del planeta rojo, especialmente en lo relativo a los posibles océanos marcianos que podrían haber albergado vida en el pasado en este planeta.
"Creemos que hubo erupciones en Marte en una época en la que había áreas con aguas superficiales persistentes. Podríamos utilizar esta nueva isla de Tonga y su evolución como una forma de probar si en alguna de ellas existió un entorno oceánico o un lago efímero", continúa Garvin.
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Estos lugares húmedos y cálidos también podrían ser el hábitat perfecto para tratar de buscar evidencias de vida alienígena.