“No puedo garantizar que no haya una infiltración en el territorio israelí pero puedo garantizar que tenemos una defensa eficaz. Hizbulá y Hamas tienen que entender que pagarían un altísimo precio si se infiltran en una de nuestras comunidades y hacen daño a civiles”, dijo Eisenkot en una entrevista exclusiva al diario israelí Yediot Ahronoth publicada el 6 de octubre.
El alto responsable militar admitió que por ahora no ve que haya intenciones de perpetrar un ataque o de iniciar una guerra pero consideró que “en Líbano y en Siria hay una capacidad importante para poder lanzar una ofensiva contra Israel”.
Sin embargo, el responsable se felicitó porque desde hace 11 años, cuando acabó la segunda guerra con Líbano, “la seguridad se ha establecido a ambos lados de la frontera” y el objetivo de Israel es mantener esa situación.
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En lo que respecta a Gaza, Eisenkot fue más cauteloso.
“Desde el punto de vista de la seguridad tenemos una calma increíble en la frontera desde el fin de la guerra de 2014. Ha habido varias docenas que cohetes que se lanzaron desde Gaza pero no tuvieron consecuencias”, estimó.
Sin embargo, el responsable subrayó que al mismo tiempo Hamás “sigue construyendo túneles subterráneos e intenta procurarse más cohetes para tener el mismo nivel militar que hace algunos años.
El jefe del Estado mayor consideró que la superioridad militar de Israel sigue siendo el gran factor disuasivo para Hezbollah, Hamás pero también para otras amenazas regionales.
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“Nuestra inteligencia militar es la mejor en la zona y por ello contribuimos a los esfuerzos para derrotar al Estado Islámico y al Frente Al Nusra junto a nuestros aliados, ya hemos enviado información a otros países cuando sabemos que hay algún ataque en preparación. La inteligencia militar israelí ha logrado abortar varios atentados en Oriente Medio”, aseguró.