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El vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, había declarado en ocasiones anteriores que el despliegue del sistema THAAD cerca de las fronteras rusas podría obligar a Rusia a aplicar una respuesta militar.
"Si todo se desarrolla a ritmos alarmantes, se planteará inevitablemente la cuestión de una respuesta militar por nuestra parte", dijo.
El diplomático subrayó que Moscú nunca había ocultado su postura negativa al respecto.
"La mejor medida para responder al despliegue del sistema THAAD son los misiles de corto alcance y en este caso podría ser el sistema Iskander. Además, tenemos misiles de crucero como Kalibr, capaces de eliminar estos sistemas, incluidos los de guerra electrónica", afirmó Podberiozkin en un programa de la emisora Sputnik.
El politólogo expresó la seguridad de que la "situación alcanzará tales dimensiones ya que los estadounidenses "irán desarrollando en cualquier caso su sistema de defensa antiaérea, lo que ya han empezado a hacer en Japón y Corea del Sur".
"Ello no depende ya de la situación en torno a Corea del Norte", agregó.
De acuerdo con Podberiozkin, "en caso de que no haya ninguna respuesta, se crea una evidente amenaza que no se puede contrarrestar con otras medidas".
"Ante las amenazas técnico-militares se necesita reaccionar respectivamente con medidas técnico-militares", concluyó.
En julio de 2016, EEUU y Corea del Sur acordaron desplegar en el territorio surcoreano una batería THAAD (Terminal High Altitude Area Defense, por sus siglas en inglés) que estará operativa a finales de 2017. Según se afirma, el sistema está destinado a interceptar misiles balísticos norcoreanos.
El despliegue provoca preocupación por parte de Rusia y China.
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