"El Gobierno español, al igual que todos los Estados miembros de la Unión Europea, los gobiernos de la región y numerosas organizaciones internacionales, pide al Gobierno de Venezuela que reconsidere esta situación", dijo Mariano Rajoy en una rueda de prensa dedicada a repasar el curso político antes de las vacaciones estivales.
En opinión de Rajoy, la convocatoria a una Asamblea Constituyente no es una herramienta válida para solucionar la crisis porque "es rechazada por la mayoría de la población" y "no respeta criterios democráticos esenciales".
El jefe del Ejecutivo español pidió a Maduro "respeto a la Asamblea Nacional elegida democráticamente y a la Fiscalía General".
No obstante, Rajoy afirmó que España apoya el diálogo para buscar "una solución democrática, pacífica y negociada" que pase por "el fin de la violencia" y la convocatoria a unas "elecciones libres, democráticas y transparentes que respeten el sufragio universal".