"Reconocemos que Qatar ha hecho grandes esfuerzos para intentar detener el financiamiento a los grupos terroristas, incluyendo el procesamiento a financiamientos sospechosos, congelando activos e introduciendo controles exigentes al sistema bancario del país", dijo Nauert.
El 5 de mayo, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos acusaron a Catar de apoyar el terrorismo y desestabilizar la región de Oriente Medio y anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con la monarquía del golfo Pérsico.
Poco después se supo que Libia, Yemen y Maldivas se suman al boicot diplomático.
Catar fue excluido también de la coalición liderada por Riad que interviene desde marzo de 2015 en el conflicto de Yemen.