"La Unión Europea llama a Turquía a abstenerse de declaraciones y acciones excesivas que puedan tensar más aún la situación", dice la declaración conjunta de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y el comisario europeo de política regional, Johannes Hahn.
Declaran asimismo que si las enmiendas constitucionales que son el objeto del referéndum turco programado para el 16 de abril se adoptan, la Unión Europea las evaluará en vista de las obligaciones de Turquía como un país candidato a la entrada en la UE y un miembro del Consejo de Europa.
El canciller otomano planeaba acudir a un acto público en Róterdam para informar a los turcos con nacionalidad neerlandesa sobre las enmiendas constitucionales que se votarán el 16 de abril en un referéndum para convertir Turquía en un país presidencialista.
Las autoridades del país tampoco dejaron entrar a la ministra turca de Familia y Política Social, Fatma Betul Kaya.
El Gobierno holandés la declaró "persona non grata" y la deportó a Alemania con una escolta policial.
Los manifestantes protestaban contra la decisión de las autoridades holandesas de impedir la entrada al ministro turco de Exteriores.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó a Países Bajos con consecuencias.
A su vez, el canciller Cavusoglu anunció que era indeseado el retorno del embajador holandés a Turquía tras vacaciones.