"La cantidad de violaciones disminuyó en los últimos días, pero sigue siendo inadmisiblemente elevada", dijo.
Además, Hug llamó a las partes del conflicto a retirar el armamento e indicó que la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) está dispuesta a hacerlo.
"La llamada RPD ya aceptó retirar el armamento, como está escrito en los acuerdos de Minsk", dijo.
Invitó a todas las partes a comunicarse con la OSCE "para consumar el repliegue e implementar lo acordado hace mucho tiempo".
A finales de enero, las milicias de Donbás y los militares ucranianos denunciaron un agravamiento del conflicto en el este del país, con un fuerte incremento de los intercambios de disparos.
La localidad de Avdéevka, ubicada en la provincia de Donetsk y controlada por las fuerzas de Kiev, quedó durante casi una semana sin suministros básicos por los bombardeos.
La misión de la OSCE en Ucrania también informó del empeoramiento de la situación en la localidad de Yasinovátaya, bajo control de las milicias de Donetsk.
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La autoproclamada República Popular de Donetsk denunció que su territorio sufrió un bombardeo masivo con lanzacohetes múltiples Grad y Uragán por primera vez en los últimos dos años.