"El ingreso de Tiflis a la OTAN sigue siendo la prioridad para EEUU. Podemos comprobarlo con el nivel de implicación de la Embajada estadounidense en las elecciones georgianas", aseveró Picchi, jefe de los observadores de OSCE en los comicios.
El parlamentario italiano apuntó que hubo un montón de observadores estadounidenses y mucha ayuda financiera, incluida la de USAID — Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional—.
"El ingreso de Tiflis a la OTAN permanece como prioridad para EEUU porque significa entrar en la zona de influencia tradicional de Rusia, el antiguo territorio soviético", explicó Picchi a Sputnik.
La Guerra entre Rusia y Georgia de 2008 y el conflicto en el este de Ucrania recuerdan bien el deseo de aumentar la influencia de la Alianza Atlántica en la región a todo coste.
Picchi, quien se reunió con el primer ministro georgiano Giorgi Kvirikashvili antes de las elecciones, sabe bien las incertidumbres de Tiflis.
"De ninguna manera el camino de Georgia será fácil, la UE está en crisis. Y la geopolítica actual no permite un ingreso rápido a la OTAN. Al final, los países occidentales tendrán que decidir si Georgia formará parte de la UE o la OTAN", destacó.
Picchi a su vez parece ser optimista respecto al futuro de las relaciones entre Rusia y Georgia.
"El primer ministro Kvirikashvili continuará ejerciendo su política de pasitos hacia Moscú. El comercio con Rusia se ha reanudado. Por ejemplo, [crecen] las exportaciones del vino georgiano, que es muy importantes para la economía [de este país caucásico]", agregó.
Sueño Georgiano, el partido encabezado por el primer ministro Giorgi Kvirikashvili ganó los comicios por un amplio margen: 48,6%, ante un 27,14%, del Movimiento Nacional Unido, del antiguo presidente Saakashvili.
La Alianza de Patriotas, un partido prorruso, también ganó escaños en el Parlamento al superar el umbral del 5%.
No obstante, la cuestión de la estabilidad en la región, en caso del posible ingreso de Georgia a la OTAN y la UE, sigue siendo un tema no resuelto.