"La ONU tiene cerca de 200 miembros, no nos olvidemos de eso. No me parece una proporción significativa. Desde el punto de vista internacional el impacto es próximo a cero", dijo en declaraciones a la prensa esta tarde desde el hotel Waldorf Astoria de Nueva York.
En realidad, cuando Temer comenzó a hablar, los delegados de Bolivia y Cuba ya estaban fuera de la sala principal y no volvieron hasta que el líder brasileño terminó su discurso.
Serra, que también estaba presente en la sala, dijo no haberse dado cuenta del movimiento y tuvo conocimiento de esta protesta silenciosa a través de la prensa.
Los representantes de estos países protestaban así por las dudas sobre la legitimidad del Gobierno de Temer, que llegó al poder tras un proceso de 'impeachment' contra Dilma Rousseff que para estos líderes fue un "golpe de Estado" camuflado.
Los esfuerzos por recuperar la confianza de parte de la comunidad internacional dominaron parte del discurso de Temer en la Asamblea General, donde aseguró que el proceso de destitución de Rousseff "respetó el orden constitucional" y demostró que las instituciones del país suramericano son fuertes.