En particular, según la Cruz Roja, los habitantes de la localidad de Bajmutka sobreviven más de seis meses sin agua potable, mientras en otros poblados tampoco existe el suministro de electricidad.
"La destrucción de la infraestructura civil complica gravemente la vida de la población local", aseguró el funcionario, agregando que el corte del suministro de agua puede provocar inundaciones en otras zonas.
El pasado 10 de junio Aeschlimann llamó a "prestar atención permanentemente para preservar tanto a la población civil como los bienes de carácter civil" al realizar operaciones militares.
"En virtud del derecho internacional humanitario, las partes en el conflicto deben hacer todo lo posible para verificar que los objetivos sean, efectivamente, objetivos militares", insistió.
Desde septiembre de 2014, el Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania, OSCE) firmó tres documentos para detener el conflicto, pero las violaciones siguen.
Actualmente rige en Donbás un armisticio pactado en virtud de los Acuerdos de Minsk para poner fin a un conflicto que dejó más de 9.400 muertos, según datos de la ONU.