El magnate, conocido como "rey del chocolate", ganó las presidenciales extraordinarias de 2014, convocadas tras el derrocamiento de Víctor Yanukóvich en febrero del mismo año, con un 55% de los votos.
Durante la campaña electoral y en los primeros meses tras acceder a la presidencia, prometió frenar el conflicto en Donbás y recuperar el control sobre esta región así como mejorar la vida de los ucranianos y aproximar el ingreso de Ucrania en la Unión Europea, los compromisos aún incumplidos.
Pese a que en el complicado arreglo del conflicto entre Kiev y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk –con el saldo de unos 6.400 muertos en poco más de un año– se ha conseguido a duras penas una dinámica positiva gracias a los esfuerzos para implementar los acuerdos de Minsk, la reanudación de las hostilidades esta semana amenaza con anular todos los intentos de conseguir la paz.
Tampoco puede considerarse exitosa la política económica de Poroshenko: la economía nacional ha sufrido un desplome sin precedentes que ha colocado al país al borde de un impago técnico, mientras que los ciudadanos se ven obligados a ahorrar en lo más elemental.
Poroshenko asumió la presidencia en medio de una grave crisis política en Ucrania: Crimea ya se había incorporado a Rusia, y en las provincias de Donetsk y Lugansk había comenzado la operación militar contra las milicias independentistas.
Según los sondeos, en un año el apoyo de los ciudadanos a Poroshenko ha caído drásticamente, del 55% al 33%, indican las cifras proporcionadas por Research & Branding Group.
Promesas electorales
"Una nueva vida" fue el lema principal de Poroshenko en las presidenciales.
Prometió acabar con el conflicto en Donbás, restablecer la integridad territorial de Ucrania, recuperar Crimea, descentralizar el poder, aumentar salarios y pensiones, erradicar la corrupción y reformar el sistema judicial.
Asimismo, consideraba posible conseguir que la UE aboliera los visados para los ucranianos, lanzar rápidamente una zona de libre comercio con los Veintiocho y a finales de su mandato presidencial, comenzar a negociar el ingreso de Ucrania en la UE como miembro de pleno derecho.
Conflicto estancado
En vez de un arreglo, la situación en Donbás degeneró en un conflicto estancado con perspectivas borrosas de conseguir la paz pese a los esfuerzos de los líderes mundiales, incluido el ruso Vladímir Putin.
Según los acuerdos de Minsk del 12 de febrero de 2015, Donetsk y Lugansk deben regresar en el seno de Ucrania pero Kiev ha de conceder amplía autonomía a las autoridades locales, algo que el Gobierno ucraniano no se apresura a hacer.
Tema: Situación en Donbás (verano de 2015)
La comisión constituyente, convocada por Kiev, trabaja sobre las enmiendas a la Constitución sobre la descentralización de Ucrania. Las autoridades ucranianas prometen aplicarlas en otoño de 2015 y acto seguido convocar las elecciones locales en Donbás.
Los frágiles avances del proceso de paz por poco se ven torpedeadas debido a una nueva escalada de la violencia el 3 de junio, cuando se reanudaron las hostilidades en las afueras de Donetsk. Kiev reconoció oficialmente haber utilizado la artillería pesada, de lo que afirmó haber notificado a la OSCE pese a que el uso de armamento pesado viola los acuerdos de Minsk.
Algunos expertos consideran que Poroshenko se aprovecha del conflicto en Donbás para maquillar la falta de avances en la política interior y la economía.
Una nueva vida
Mientras, la economía ucraniana sigue en picado.
Según el Banco Mundial, la contracción del PIB en 2015 se situará en el —7,5% frente al —6,8% en 2014. Solo en 2016 será posible recuperar el crecimiento a condición de que termine el conflicto en Donbás.
Tema: Situación económica en Ucrania
Ante esta situación, Kiev se ha concentrado en conseguir ayuda financiera del FMI a cambio de un programa de austeridad. A la vez, las reformas estructurales casi no avanzan.
En 2015, el Gobierno congeló el aumento de salarios y pensiones mínimos, además ha optado por despidos masivos, equivalentes al 20%, o 50.000 empleados del sector público.
A la vez, decidió subir las tarifas de gas y calefacción, con lo que un ucraniano de a pie pasará a gastar más de la mitad de su salario en estos renglones, según han calculado los expertos.
Una promesa cumplida
Una de las pocas promesas cumplidas de Poroshenko, por no decir la única, ha sido el fortalecer las FFAA ucranianas para luchar contra las milicias de Donetsk y Lugansk.
En 2014, Kiev aumentó el Ejército de 130.000 a 232.000 efectivos, también por medio de varias llamadas a filas. En 2015, tiene previsto realizar tres movilizaciones más para llevar la cifra a 250.000 soldados.
Con ello, el gasto público en el Ejército aumentó de 1.300 millones de dólares en 2014 a 2.100 millones de dólares, o el 2,6% del PIB, en 2015.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa pidió al Gobierno asignar 370 millones de dólares más.
Enfriamiento con la UE
En septiembre de 2014, Poroshenko ratificó el acuerdo de asociación de Ucrania con la UE, aunque la zona de libre comercio se vio aplazada hasta el año 2016.
La reciente cumbre de asociación oriental en Riga culminó sin que Kiev consiguiera abolir los visados con la UE y ahora espera conseguirlo en 2016.
Tampoco hay avances en la incorporación a la Unión Europea.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dejado claro que el programa de asociación oriental, que además de Ucrania abarca a Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Georgia y Moldavia, de momento no supone ingreso de estos países en la UE.
"Debemos hacer todo lo posible para que exista una perspectiva europea para cada uno de estos países. De momento, ellos y nosotros, no estamos preparados. Pero el trabajo continúa", dijo Juncker.