"Reafirmamos la capacidad del reino de superar las consecuencias de este ataque cobarde que no solo afectó instalaciones vitales del reino, sino también los suministros de petróleo internacionales y puso en peligro la economía mundial", dijo el monarca en una reunión gubernamental, citado por la agencia estatal de noticias SPA.
Ese ataque contra Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo, fue reivindicado por los rebeldes hutíes de Yemen, pero Estados Unidos y la coalición árabe liderada por Riad acusan a Irán de estar detrás de la agresión.
Teherán, por su parte, rechazó esas acusaciones.
Saudi Aramco comunicó que los ataques hicieron reducir su producción diaria en unos 5,7 millones de barriles de crudo, casi a la mitad.
Mientras el mercado reaccionó con una subida drástica de los precios de petróleo Brent, de 60 dolares por barril registrados el 13 de septiembre hasta más de 69 dolares por barril detectados el 16 de septiembre, es decir en un 15%.