El 11 de octubre la nave espacial Soyuz MS-10, con el ruso Alexéi Ovchinin y el estadounidense Nick Hague a bordo, partió de la base de Baikonur, en Kazajistán, rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Ambos tripulantes fueron evacuados de la cápsula recuperable en buenas condiciones, teniendo en cuenta las fuerzas gravitatorias que soportaron durante el descenso.
"Los especialistas en dinámica de vuelo determinaron que Hague y Ovchinin alcanzaron una altura suficiente durante su abortada misión a la órbita, para calificar su vuelo como espacial, lo que hace el viaje [programado para el 1 de marzo de 2019] como el segundo para Hague y el tercero para Ovchinin", comunica el anuncio del próximo vuelo, publicado en la página web oficial de NASA.
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El texto no indica qué cálculos usaron los expertos de la agencia estadounidense para llegar a esta conclusión.
Al mismo tiempo, el experto ruso subrayó que en el mundo todavía no hay un enfoque único sobre, a quién considerar un astronauta y qué vuelo considerar un espacio.
El próximo vuelo tripulado a la Estación Espacial Internacional (EEI) está fijado para el 1 de marzo y la tripulación estará integrada por el ruso Alexéi Ovchinin y el estadounidense Nick Hague, así como por la también astronauta de la NASA Christina Koch.