"El miércoles 11 de julio una botella pequeña fue hallada durante un registro de la vivienda de Charlie Rowley en Amesbury", dice el comunicado.
El texto apunta que "se llevarán a cabo otras pruebas para tratar de establecer si es del mismo lote que la sustancia con que fueron intoxicados Serguéi y Yulia Skripal en marzo, lo que sigue siendo la principal línea de la investigación de la policía".
Además, "se lleva a cabo una investigación para establecer de dónde y cómo la botella llegó a parar en la vivienda de Charlie", agrega.
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Según el jefe de la unidad antiterrorista de la policía británica, Neil Basu, "está claro que se trata de un avance significativo y positivo".
"Sin embargo, no podemos garantizar que no haya más porciones de esta sustancia", apuntó.
En un comunicado a Sputnik, Scotland Yard también informó que la autopsia de la fallecida Dawn Sturgess está prevista para el próximo 17 de julio.
"Ya exigimos que el Reino Unido desvele la información sobre sus investigaciones y la fabricación de armas tóxicas, pero las autoridades británicas no nos respondieron, lo que nos hace pensar que se trata de una fuga de este laboratorio", dijo un representante de la misión diplomática rusa.
El 30 de junio, los británicos Sturgess y Rowley ingresaron al hospital tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
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La policía estableció que los dos fueron intoxicados con una sustancia de acción neuroparalizante, la misma que presuntamente fue empleada contra los Skripal a principios de marzo.
Mientras, Rowley recuperó el conocimiento el martes 10, al día siguiente el hospital confirmó que salió del estado crítico.
A inicios de marzo pasado Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron atacados con un agente de acción neuroparalizante en la ciudad británica de Salisbury.
Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque, aunque Scotland Yard todavía continúa la investigación.
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Moscú rechaza tajantemente las acusaciones al calificarlas de infundadas.
Según la Cancillería rusa, se enviaron decenas de notas al ente homólogo británico con solicitudes de acceso a la investigación y propuestas de colaborar en las pesquisas, sin embargo, todas fueron ignoradas.