La Casa Blanca instó el 4 de marzo a Siria, Rusia e Irán a acatar la resolución 2401 del Consejo de Seguridad de la ONU que establece una tregua de al menos 30 días en todo el territorio del país árabe.
"Washington tiene la responsabilidad de todo lo que sucede en Guta Oriental", dijo.
Asimismo, calificó la declaración de Washington de "una oposición de EEUU al Gobierno legítimo de Siria y los Estados que lo apoyan".
Kisliak resaltó que la prioridad de la política exterior de EEUU realizar sus intereses en vez de respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
"Por desgracia, Washington no ha mostrado aquí nada nuevo", constató Kisliak.
Más tarde, Rusia anunció por orden del presidente Vladímir Putin una tregua diaria de cinco horas desde el 27 de febrero y la creación de un corredor humanitario para que la población abandone Guta Oriental.
Pese a esas iniciativas, los grupos armados continúan reteniendo a los habitantes de la zona amenazando con ejecutarlos si cruzan el corredor humanitario.
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La embajada de Rusia en EEUU declaró previamente que las acusaciones de incumplir los compromisos asumidos sobre Siria que se vierten contra Rusia tienen por objetivo mantener el enclave extremista en Guta Oriental.