"Eso también fue parte del debate, y claro en estos momentos es parte importante del orden del día internacional; es necesario saber con precisión qué estructura de trabajo es aplicable aquí y cuales son los acuerdos jurídicos y prácticos para que una organización humanitaria como el CICR pueda trabajar en determinadas condiciones", aseveró.
El presidente del CICR subrayó que las zonas de distensión "no deben convertirse en cárceles en las que retienen a la gente".
"La gente debe tener la posibilidad de salir de estas zonas de seguridad, como quiera que se llamen no deben convertirse en cárceles en las que retienen a la gente, deben ser lugares en los que a la gente se le garantice la seguridad y la vida", señaló.
Maurer expresó su preocupación por el hecho de que "todas las palabras solo presuponen seguridad, pero no la otorgan".
"Para nosotros la definición no es tan importante como el resultado, la creación de un espacio humanitario en el que podamos actuar en base al consenso", añadió.
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Los países garantes del alto el fuego en Siria (Rusia, Turquía e Irán) fueron capaces de reunir en la mesa de negociaciones en Astaná a personas que realmente influyen en la seguridad en el país árabe, declaró el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja.
"No hay dudas de que el elemento positivo fue que en Astaná en la misma mesa se sentaron representantes de aquellos que tienen armas en Siria, se logró sentar en la misma mesa a personas correctas", dijo.
Según Maurer, la cuestión más crítica de los próximos meses será convertir esas zonas en áreas tranquilas y seguras para las organizaciones humanitarias.
A principios de mayo, la capital kazaja acogió la cuarta ronda de consultas internacionales sobre Siria con la asistencia de representantes de Damasco, la oposición armada, países garantes del armisticio declarado a finales de 2016 (Rusia, Turquía e Irán), así como diplomáticos de la ONU, EEUU y Jordania en calidad de observadores.
El acuerdo busca poner fin a los enfrentamientos armados entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde el 30 de diciembre y separar a los rebeldes de los grupos terroristas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, proscritos en Rusia y otros países.