Para llevar a cabo su hazaña, el hombre equipó una motocicleta con unos neumáticos y esquí acuáticos especiales. Sin embargo, para cruzar el río Dniéper, Sovyak necesitó no solo equipamientos, sino también mucha técnica.
Para evitar que la motocicleta terminara en el fondo del río y lograr deslizarse por el superficie del agua a 60 kilómetros por hora, fue necesario acelerar durante una determinada distancia y a una velocidad exacta mientras todavía se encontraba en la orilla del Dniéper.
El truco exitoso se realizó en presencia de numerosos periodistas y jueces, y se convirtió en un récord nacional del insólito deporte. Sovyak logró desplazarse por una distancia total de cinco kilómetros.