De acuerdo con las personas liberadas de los barrios sitiados, los terroristas de Daesh —proscrito en Rusia y otros países— torturaban a la gente, incluso a los niños, y les alimentaban con pan podrido.
La escalada de las hostilidades al este de Alepo, donde permanecen atrapados hasta unos 275.000 civiles, ha provocado en las últimas semanas centenares de muertos y heridos, según la ONU.