La operación se practicó en un hospital de la ciudad de Chongqing en el suroeste de China.
El paciente Zhang Jingui, de 84 años, recuperó la movilidad al día siguiente de la intervención quirúrgica.
Normalmente en una operación de este tipo el cirujano tiene que escoger entre varias prótesis de tamaño estándar y luego ajustarla a la rodilla del paciente.
La mayoría de las prótesis se fabrican en titanio porque la temperatura de fusión del tántalo es demasiado alta para las impresoras 3D existentes en el mercado, a pesar de que los implantes de tántalo tienen mayor densidad que los de titanio, facilitan la operación, reducen su duración y disminuyen el riego de complicaciones.
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No es la primera vez que se efectúa un implante 3D en China, médicos de una clínica de Shanghái remplazaron con éxito este mes de noviembre una vértebra occipital a un paciente con una prótesis impresa en 3D.