"Las tasas crecieron hasta un 67% en 2012 y permanecen congeladas desde entonces", denuncia el Sindicato de Estudiantes.
Para protestar por esta situación, unos 2000 estudiantes salieron a las calles de Barcelona para reclamar esta bajada.
La reclamación es de una bajada del 30% en las tasas universitarias, una demanda que también comparten los rectores de las universidades y el Parlamento catalán.
La huelga tuvo un seguimiento del 80%, según el sindicato, "un paro generalizado en todas las universidades públicas catalanas".
Además, en las protestas los alumnos consiguieron paralizar los accesos al campus por carretera y por tren en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Varios estudiantes formaron barricadas con contenedores e incendios en los principales accesos al campus.