"Reiteramos nuestra solidaridad con los gobiernos y pueblos de Colombia y Ecuador y condenamos decididamente las manifestaciones de terrorismo como una de las mayores amenazas para la seguridad de América Latina", dijo en una rueda de prensa.
La diplomática comentó que Rusia expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas de los ataques.
La portavoz de la Cancillería rusa dijo confiar en que los organizadores y los ejecutores de los ataques reciban un severo castigo.
En la madrugada del 28 de enero se produjo una fuerte explosión cerca de una comisaría en la ciudad de Barranquilla, al norte de Colombia.
Una fuente de la Fiscalía colombiana comentó a Sputnik que el atentado dejó cinco policías muertos y más de 40 heridos.
Poco antes, el 27 de enero, un coche bomba explotó cerca de una estación de Policía en Ecuador, dejando un saldo de unos 20 agentes heridos.
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El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, declaró que fue un acto terrorista perpetrado por los narcotraficantes después de que la Policía lanzara con éxito varios operativos contra la delincuencia.
