"Podemos confirmar que una fisioterapeuta española que trabajaba en nuestro centro ortopédico en Mazar-e-Sharif murió asesinada, estamos consternados", dijo Isyuk.
La portavoz añadió que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) mantendrá sus operaciones en el territorio afgano, pero volverá a evaluar la seguridad de sus cooperantes en Afganistán.
En lo que va de año, recordó, seis empleados de la Cruz Roja fueron asesinados en Afganistán y otros dos, tomados como rehenes aunque posteriormente recuperaron la libertad.
La doctora española, cuyo nombre no se revela, sufrió heridas mortales como consecuencia de los disparos realizados por dos individuos —uno de ellos, un minusválido que tenía escondida el arma en su silla de ruedas— que entraron en el recinto del hospital ortopédico y huyeron de la escena tras cometer el crimen.
Más tarde, la policía afgana informó del arresto de dos sospechosos, residentes de Baghlan.
El principal sospechoso, según el canal de televisión Tolo News, es un joven de 21 años que había sido tratado en el hospital de la Cruz Roja.