Según informa la agencia Bloomberg, el análisis se está llevando a cabo a petición del Congreso y se inició antes de que Donald Trump asumiera el cargo de presidente. La iniciativa fue apoyada por los representantes de los dos principales partidos estadounidenses. El análisis incluirá información sobre "la ubicación y la descripción de las comunicaciones subterráneas de importancia política y militar".
En su primera entrevista después de ser elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump comunicó que el levantamiento de las sanciones antirrusas podría estar sujeto a un tratado bilateral de reducción de armas nucleares. Por su parte, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, respondió que enlazar estos dos temas es inapropiado.
En abril de 2010, Rusia y Estados Unidos firmaron un tratado de reducción y limitación de las armas estratégicas (START-III), que entró en vigor en febrero de 2011. El documento prevé la reducción del número de ojivas nucleares a 1.550 y a 700 la cantidad de unidades operativas desplegadas por cada parte. Este pacto es de obligatoria aplicación durante 10 años con una posible prórroga por otros 5 años, si hay mutuo acuerdo.