Un nuevo estudio de la Universidad de Helsinki revela que el sentido olfativo extremadamente sensible de los perros podría convertirse en una herramienta innovadora para la detección de COVID-19.
De acuerdo con investigadores de las facultades de medicina veterinaria y medicina humana, estos perros son entrenados para que puedan detectar olores médicos y ya han trabajado previamente en la identificación de diferentes tipos de cáncer.
"Tenemos una sólida experiencia en el entrenamiento de perros detectores de olores relacionados con enfermedades. Fue fantástico ver lo rápido que los perros tomaron el nuevo olor", dijo la investigación y líder del grupo DogRisk Anna Hielm-Björkman.
Actualmente, los investigadores trabajan en la recolección de muestras de pacientes para continuar entrenando más perros; pero además, necesitan aclarar qué identifican los perros en las muestras de pacientes y cuánto tiempo permanece el olor después de que la infección ha pasado.
Las pruebas preliminares indican que los perros pueden aprender y trabajar rápido, e incluso tener un mejor rendimiento que las pruebas COVID-19 actuales que se basan en técnicas de detección molecular.
De este modo, los investigadores esperan que, en un futuro, los perros COVID entrenados puedan utilizarse en un sinfín de tareas beneficiosas, tales como: identificar individuos infectados en hogares de ancianos, evaluar los verdaderos positivos dentro del sector de atención médica para evitar cuarentenas innecesarias y ayudar en el control personalizado en aeropuertos y otros puntos fronterizos.