Algunos de estos descubrimientos han sido hechos al azar y pueden utilizarse en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la gastroenteritis por rotavirus y la obesidad.
Un hallazgo inesperado
Un grupo de científicos británicos y alemanes descubrió que la ouabaína, una sustancia que forma parte de los medicamentos contra la insuficiencia cardiaca y la fibrilación auricular, es capaz de aniquilar las células cancerosas.
Esta es la principal diferencia que existe entre la ouabaína y medicamentos como navitoclax, que mata no solo las células cancerosas en los pacientes con leucemia y linfoma, sino los trombocitos y los macrófagos contenidos en la sangre.
Los medicamentos con ouabaína ya han sido ensayados en humanos. Si los médicos logran probar su efecto positivo sobre pacientes con cáncer, lo empezarán a utilizar en el tratamiento contra esta enfermedad.
Un ratoncito con sorpresas
En octubre, científicos estadounidenses de la Universidad de Georgia decidieron ahorrar recursos y criar por sí mismos ratones con inmunodeficiencia en vez de comprarlos a una empresa especializada.
Posteriormente, los científicos repitieron este experimento en ratones que habían comprado a una empresa especializada. Todos los roedores adquiridos tenían la inmunodeficiencia y tras haber sido infectados desarrollaron los principales síntomas de la gastroenteritis por rotavirus: vómitos y diarrea. Los únicos ratones que no los tenían fueron los que habían sido sometidos a un trasplante del microbioma de sus compañeros universitarios.
Una medicina contra el sobrepeso
Un equipo internacional de científicos involucrado en el desarrollo de una medicina contra la diabetes descubrió que la metformina tiene un efecto inesperado.
Los experimentos realizados en ratones tuvieron resultados parecidos. Los roedores dejaban de adelgazar después de que los científicos le quitaban la proteína y bloqueaban el receptor GFRAL. Los investigadores consideran que el GDF15 desempeña un papel importante en la regulación del metabolismo.