Para llegar a esta conclusión, los investigadores brasileños llevaron a cabo un experimento entre ratones. A 80 roedores macho de dos meses de edad se les dividió en diversos grupos y en uno de ellos se introdujeron hembras.
Pero, ¿cómo explicar este fenómeno? El hecho es que el organismo cuenta con una cantidad limitada de energía, que es utilizada para hacer funcionar el metabolismo, la regeneración de células y la reproducción. No obstante, cuanta más energía se gasta en la reproducción, menos energía reciben los mecanismos encargados de la regeneración de órganos y tejidos, algo que lleva al envejecimiento del cuerpo.
Según afirman los investigadores, uno de los mecanismos vinculados con el envejecimiento es la llamada síntesis de las especies de oxígeno reactivo. Estas moléculas oxidan las células y dañan el ADN. Se generan en las mitocondrias, encargadas de la generación de la energía necesaria para el metabolismo. Y dado que la actividad sexual y la reproducción son procesos que consumen mucha energía, son capaces de acelerar la generación de radicales libres de oxígeno que también influyen en el envejecimiento celular.
