Rusia "no entiende por qué la información presentada por nosotros no fue utilizada de ninguna manera", dijo.
El embajador ruso recordó que también fueron ignoradas las informaciones sobre el origen del misil que abatió el avión, presentadas por el Ministerio de Defensa ruso en septiembre pasado.
Según los números de identificación del misil, éste había sido fabricado en 1986 y despachado en el mismo año a una unidad militar emplazada en Ucrania, donde se quedó.
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Shulguín destacó que Rusia está especialmente interesada en aclarar las circunstancias de la tragedia y señaló que la Fiscalía holandesa se mostraba contenta del nivel de cooperación con Rusia.
Ninguna de las 298 personas que viajaban en el avión, en su mayoría holandeses, sobrevivió.
El Equipo Conjunto de Investigación (JIT, en inglés), integrado por representantes de los Países Bajos, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania, concluyó en su informe de septiembre de 2016 que el avión fue derribado por un misil del sistema antiaéreo Buk, presuntamente transportado desde Rusia a un área bajo control de las milicias de Donetsk.
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A finales de mayo pasado, el equipo divulgó que la lanzadera pertenecía a la brigada de defensa antiaérea 53 del Ejército ruso.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que ningún sistema antiaéreo ruso había cruzado la frontera con Ucrania desde que comenzara el conflicto en Donbás y subrayó que la investigación del JIT no incluye testimonios de personas que residían cerca del lugar de la catástrofe, según las cuales el misil había sido disparado desde un área controlada por el Ejército ucraniano.