Se trata del territorio de un antiguo campamento de pioneros en la región de Leningrado. Sus 100 km2 de tierras y las 16 edificaciones han sido valorados por unos 800 millones de rublos (unos 13 millones de dólares), mientras que su precio en el mercado supera un valor estimado de 2.000 millones de rublos (casi 34 millones de dólares).
En la década de los 90, este terreno fue adquirido por el Centro de Gestión de los Testigos de Jehová en Rusia y puesta a disposición de la organización Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, registrada en EEUU.
En abril de 2017, el Tribunal Supremo de Rusia reconoció a los Testigos de Jehová como una organización extremista y prohibió sus actividades en el territorio del país. Se dictaminó que todos los bienes de la organización deberían ser incautados a favor del Estado.