"Para combatir el fuego en las regiones de Siberia trabajan más de 4.500 personas y cerca de 850 equipos, incluida la aviación", dijo la fuente.
Mencionó que aunque por el momento el fuego no representa amenaza para la población, "el calor, los vientos fuertes e incumplimiento de las normas de seguridad contra incendios pueden agravar considerablemente la situación".
Agregó que la víspera el avión Il-76 transportó a la región de Irkutsk a 100 paracaidistas de la ciudad de Kazán para reforzar las fuerzas que luchan contra el fuego.
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A finales de mayo pasado los incendios en la región de Krasnoyarsk dejaron tres muertos y destruyeron 138 viviendas donde vivían 620 personas, incluidos 110 niños.