La nueva doctrina presentada por la Casa Blanca en febrero pasado prevé envíos de material para la lucha contra el terrorismo a países aliados de EEUU y el apoyo a Ucrania, Moldavia y Georgia en su colaboración con la OTAN, así como la posibilidad de usar la fuerza en el extranjero cuando los intereses nacionales así lo requieran.
A diferencia de la versión anterior de 2010, la nueva estrategia tiene un "carácter antirruso" y forma una "imagen negativa" de Rusia, declaró la víspera el Consejo de Seguridad ruso.
Según este organismo, la estrategia de EEUU muestra que Washington continuará intentando aislar política y económicamente a Moscú, en particular tomando medidas a fin de "limitar sus capacidades de exportación de hidrocarburos, eliminar los equipos militares rusos de todos los mercados y crear dificultades para fabricar en Rusia tecnología punta".
El documento también señala que EEUU perfeccionará sus tecnologías para provocar revoluciones de color y es muy probable que las aplique en Rusia, subrayó el Consejo.