"El papa Francisco ha aceptado la renuncia presentada por monseñor Cristián Caro Cordero, Gonzalo Duarte García y Juan de la Cruz Barros Madrid", informó la Nunciatura Apostólica en Chile a través de un comunicado.
Mientras tanto, el máximo jefe de la Iglesia Católica nombró a tres administradores apostólicos para gestionar las arquidiócesis vacantes; Ricardo Morales, Pedro Ossandón y Enrique Concha.
De los tres, la situación más compleja era la del obispo Barros, quien ha sido acusado por las víctimas de ser uno de los principales encubridores de los delitos.
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Paralelamente, el Vaticano enviará a Chile a Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, dos obispos investigadores que trabajarán específicamente en la diócesis de Barros para seguir indagando los presuntos encubrimientos.