"La guerra que estamos librando es una guerra mental, por lo que este grupo debe saber mantener el diálogo y usar el método analítico para resolver las cuestiones religiosas", dijo el mandatario sirio.
Añadió que la firmeza de los habitantes de Alepo y el heroísmo del Ejército sirio tuvieron un papel decisivo en la victoria sobre el terrorismo en esa ciudad, la más poblada de Siria y liberada del grupo yihadista Estado Islámico, o Daesh, en diciembre pasado.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos de la oposición y a organizaciones terroristas, incluido Daesh, proscrito en Rusia y otros países.
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Según los datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
