"La globalización está en un estado de alta incertidumbre y de cambio", afirmó Turzi, y enfrenta actualmente "un proceso de multiplicación o diversificación".
Turzi observó que hoy "la hegemonía mundial no está clara y hay un mayor desorden. No se sabe bien quién manda, qué recursos tiene cada potencia para mandar, cuáles son los límites de lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer. Hay elementos para creer que hay una declinación relativa de la hegemonía de Estados Unidos, respecto de los otros actores, pero se apura el diagnóstico". En opinión del especialista, en el juego mundial, por ahora, "los actores fundamentales van a seguir siendo los Estados, por una simple razón: hoy son ellos los que tienen el poder de fuego", premisa en torno a la cual gira su más reciente libro "Todo lo que necesitas saber sobre el desorden mundial".
La denuncia ya es investigada por la Justicia y recibió el apoyo del opositor Frente Para la Victoria, del kirchnerismo.
En el programa se repasó el largo historial de ciclos de deuda desde el siglo XIX hasta nuestros días y se observó que durante las dictaduras militares o el neoliberalismo hay fuerte crecimiento de la deuda que culmina con una grave crisis económica. Los gobiernos populares, en cambio, conscientes de ese flagelo, intentan lo contrario: reducir al mínimo la necesidad de créditos externos.
El actual gobierno de Macri volvió a vincularse al capital especulativo financiero internacional y ha tenido o tiene en su gabinete a varios representantes de los bancos que históricamente han sido acreedores como el JP Morgan. El auge de la deuda desde diciembre de 2015, cuando juró el actual presidente, no significó, además, ninguna inversión visible sino el financiamiento de gastos corrientes y, sobre todo, un mecanismo para capturar e inmediatamente fugar divisas, una práctica habitual del establishment de este país.