El debate sobre el Brexit "empantana a la Unión Europea"

En junio de 2016 el 52% de los británicos decidieron que su país debía abandonar la Unión Europea. Pero cuando se está a menos de una semana de la fecha límite inicial para concretar esa salida — 29 de marzo— la incertidumbre sobre cómo se llevará a cabo es cada vez mayor.

Las diferencias de posturas sobre el Brexit no solo separan a los ciudadanos de a pie sino también a los políticos, incluso al interior de los partidos. Esas diferencias hacen que sea muy difícil predecir lo que podría suceder, aseguró a 'Telescopio' Nicolás Pose, docente e investigador del Programa de Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de Universidad de la República de Uruguay. 

La incertidumbre, afirmó, forma parte de la estrategia de la primera ministra Theresa May para forzar la aprobación de su acuerdo. De acuerdo con Pose, May "está jugando a dos bandas". Por un lado, intentando persuadir a los euroescépticos de su propio partido de que la alternativa es aceptar este acuerdo o permanecer en el bloque hasta "no se sabe cuándo".

"Esa es la amenaza latente frente al ala euroescéptica del partido. Hasta ahora no le ha funcionado porque los euroescépticos siguen sin dar su voto a favor y no hay indicios de que una tercera ronda de votación vayan a cambiar su postura", dijo el analista.

Por otro, frente a los sectores más moderados la amenaza es "o aceptan mi acuerdo o tal vez nos vayamos sin acuerdo, es el escenario que los moderados quieren evitar a toda costa".

Mientras al interior del país se suceden las negociaciones, se reclama un nuevo referéndum y de forma anónima 11 ministros del gabinete de Theresa May piden que la primera ministra dé un paso al costado, los líderes europeos esperan una rápida solución. Es que el debate sobre el retiro de Reino Unido empaña otras cuestiones importantes que los países miembros deben resolver. Por ejemplo "reforzar el presupuesto comunitario para reimpulsar la economía, negociar una posición común frente a China o el desafío de las políticas de Trump".

"El Brexit puede ser visto como una distracción para líderes europeos", concluyó Pose.