Será la segunda cumbre sin la presencia del quinto miembro, Venezuela, suspendido desde diciembre de 2016, y cuyo presidente dijo 'desconocer' este encuentro. Tendrá también la particularidad de que el brasileño Michel Temer asumirá la conducción del bloque durante los próximos seis meses, lapso en el cual puede llegar a ser separado del cargo si es que prospera el juicio penal por corrupción abierto en su contra.
"Las investigaciones que tiene Temer encima son de temer, así que en este momento Brasil no tiene un liderazgo para poder llevar adelante estos asuntos",opinó el analista paraguayo y ex diputado Sebastián Acha. La presidencia brasileña del bloque incluso podría afectar las negociaciones con la Unión Europea para un acuerdo de asociación estratégica.
"Me parece que desde un punto de vista ideológico está muy propicio para hacerlo pero también la misma inestabilidad del gobierno de Brasil y su cuestionada legitimidad podrían ser un obstáculo para que lo logren, especialmente porque en el Parlamento Europeo empiezan a aumentar las resistencias hacia la presidencia actual de Brasil", resumió Mendonça.